Pasar al contenido principal

Biografía de San Policarpo de Esmirna

San Poli

Policarpo de Esmirna (70 d.C. - 155 d.C.) Obispo y Mártir, es probable que haya nacido en el seno de una familia convertida al cristianismo y que haya recibido el don de la fe desde temprano. Curiosamente, su nombre, Policarpo, quiere decir en griego "el que produce muchos frutos", algo que sin duda subraya la forma en que vivió.

Policarpo se caracterizó por su celo y fidelidad a la doctrina de los Apóstoles. Predicó entre los paganos y combatió las primeras herejías. De acuerdo a San Ireneo, anunció a Cristo con paciencia y amabilidad, poniendo especial atención en las viudas, los esclavos y los menos educados.

San Policarpo es considerado uno de los tres Padres Apostólicos, al lado de los santos Clemente de Roma, papa y Ignacio de Antioquía. De acuerdo con abundantes testimonios de época, San Policarpo fue discípulo del apóstol San Juan, cuya guía espiritual fue determinante para que alcanzara un profundo conocimiento de las enseñanzas de Cristo.

El legado apostólico recibido fructificó en su labor pastoral. De hecho, a Policarpo se le cuenta entre los obispos más famosos de los primeros siglos. Y no sin razón; además de su cercanía con San Juan, tuvo como discípulos a santos de la talla de San Ireneo de Lyon y San Papías.

Desde la sede de Esmirna, Policarpo alentó a los fieles a encarnar el mensaje evangélico y tener cuidado de aquellos que enseñaban doctrinas alejadas de la verdad de Jesucristo. Con ese propósito, condenó las primeras herejías que ya empezaban a hacer estragos entre los fieles.

De Policarpo se conservan algunos textos, en medio de los cuales destaca la Epístola a los filipenses; una carta que por su expresividad y cercanía con los textos de los cuatro evangelistas contribuyó al establecimiento del canon bíblico del Nuevo Testamento.

El martirio de san Policarpo se produjo el 23 de febrero del año 155. Aquel día el santo fue llevado ante el procónsul Decio Quadrato, quien le ofreció perdonarle la vida si renegaba de Cristo: "Piensa en tu edad- dijo Decio-, cambia el pensamiento. Jura y yo te libero. Maldice a Cristo". San Policarpo contesto: "Le he servido por ochenta y seis años, y no me ha hecho ningún daño. ¿Cómo podría maldecir a mi rey que me salvó? Escúchalo claramente. Yo soy cristiano"

"Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga", fueron las palabras del obispo y mártir, registradas en las Martyrium Polycarpi, actas de su martirio. Fue echado al fuego, pero como logró sobrevivir, sus verdugos decidieron atravesarle el corazón con una lanza.

Los gozos son composiciones poéticas populares de origen medieval, y son dirigidos a los santos para invocar sus favores. 

Imagen
Gozos